
Estados Unidos.- En un contundente pronunciamiento, el presidente Donald Trump aseguró este sábado que Estados Unidos está siendo invadido por una red criminal venezolana, aludiendo específicamente al Tren de Aragua (TdA), una organización criminal que, según él, opera bajo la tutela del régimen de Nicolás Maduro.
Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una poderosa herramienta legal que le otorga amplias facultades en tiempos de crisis para implementar políticas y tomar medidas drásticas, como acelerar las deportaciones de extranjeros sin estatus legal en el país.
La decisión de Trump está enfocada principalmente en el Tren de Aragua, una de las bandas criminales más peligrosas de América Latina, que ha extendido sus tentáculos a EE. UU., según el presidente.
En su orden ejecutiva, el mandatario argumentó que las autoridades venezolanas han cedido progresivamente el control del territorio a organizaciones criminales transnacionales, incluyendo al TdA, lo que ha generado un “estado criminal híbrido” en Venezuela. Esta situación, afirmó Trump, ha dado lugar a una “invasión” que pone en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos.
“A lo largo de los años, el régimen de Maduro ha permitido que organizaciones como el Tren de Aragua operen sin restricciones, desestabilizando a la región y facilitando una incursión criminal en Estados Unidos”, señaló el presidente. Trump destacó que el TdA ha aprovechado los flujos migratorios de venezolanos para infiltrar delincuentes en territorio estadounidense, realizando una “guerra irregular” que pone en peligro la seguridad de los ciudadanos.
La orden ejecutiva de Trump no solo autoriza a las autoridades estadounidenses a actuar de inmediato contra el Tren de Aragua, sino que también establece que cualquier ciudadano venezolano mayor de 14 años vinculado a esta organización será clasificado como “enemigo extranjero” y, por lo tanto, podrá ser deportado sin derecho a apelación. Además, la medida les otorga a las agencias de seguridad y al Departamento de Justicia el poder de confiscar bienes y propiedades asociadas al grupo criminal.
Trump justificó esta medida como una respuesta necesaria para proteger a los estadounidenses y garantizar la integridad del país frente a amenazas extranjeras. Aseguró que el TdA no solo representa un riesgo para la seguridad pública, sino que también ha sido un brazo operativo del gobierno de Maduro para desestabilizar las democracias de la región, afectando no solo a Venezuela, sino a países cercanos como Colombia y otros en América Latina.
La decisión, que refuerza la postura de Trump contra el régimen de Maduro, se enmarca en un contexto más amplio de lucha contra la criminalidad transnacional y la inmigración ilegal, temas que han sido cruciales en su agenda política.