Por Alberto Romero
Santo Domingo, RD.- La formación familiar, religiosa y el entorno que viven algunos jóvenes de la República Dominicana influye mucho en su comportamiento humano ante la sociedad.
Los matrimonios donde hay violencia, parejas disfuncionales, dónde la madre cría a sus hijos sola y tiene que trabajar; el haber quitado la materia de Moral y Cívica de las escuelas, un mundo materialista, donde los jóvenes compiten unos con otros, por cuál compra el mejor celular, tenis o ropa de marca.
Y, también, ven cómo un joven de su barrio que era pobre, al igual que ellos, se hace millonario sin estudiar, por el único hecho de haberse metido a político corrupto, reguetonero o pelotero; son algunos de los motivos por el cual algunos jóvenes de RD comienzan a delinquir y también hay que sumarle el uso y consumo de drogas, detonante que también lo motiva a caer en el bajo mundo.
Nosotros los padres no podemos evadir nuestro rol, en la formación y crianza de nuestros hijos y hacerle la culpa de manera irresponsable al Gobierno o la Policía Nacional por los jóvenes que delinquen; es responsabilidad de nosotros inculcarles buenos valores éticos, morales y religiosos a nuestros hijos, para que sean hombres y mujeres de bien en la sociedad.