Por: José Rafael Gutiérrez Francisco
Santiago, República Dominicana.
2/2/24 (2:00 p.m.)
Desde que la palabra deporte, se hizo sentir en la República Dominicana, se ha hecho un caos y bloqueo directo.
Por la lentitud, falta de inversión e inestabilidad política, que ha tenido la nación. A través del tiempo.
Las disciplinas deportivas de más impacto y seguimiento, entre la población que se asume, como «fanaticada» de éstas.
Béisbol, softball, baloncesto, voleybol, boxeo, atletismo, kárate, taekwondo, fútbol soccer, halterofilia, natación e hípica.
Son solo algunos, de tantos deportes, que se practican en nuestra media isla.
Que desgraciadamente no tienen un parámetro de inversión y aprovechamiento justo.
Todo porque depender del aparato estatal y empresarial de nuestro país. Se ha convertido en una quimera y escollo sin precedentes.
Ver como nuestros atletas y personal deportivo, se enfrenta y atrasa, en materia de salud, calidad de vida y formación académica.
Representa uno de los grandes problemas, que desencadena la estabilidad y progreso, de que nuestros logros sean a medias y bajo extremo sacrificio.
Una mejor y mayor oportunidad, así como un aprovechamiento, de las áreas deportivas.
No cabe dudas, de que producirá grandes cambios y transformaciones, en todos los aspectos deportivos.
Estadios nuevos, aumento del presupuesto a la cartera ministerial de deportes, tecnificación del personal deportivo, mejoramiento de la calidad de vida y salud de nuestros atletas, amplitud de programas deportivos y dotación de útiles deportivos.
A todas luces, es lo que demanda nuestro pueblo, que llegue con prontitud a nuestra faceta más determinante y vital.
Con lo que la niñez, adolescencia, juventud y adultos mayores disfrutan. Ya que salen de la monotonía, a que están sometidos, como comunidad en sus distintas demarcaciones.