Santo Domingo, RD.- Durante los últimos meses, los hospitales COVID-19 del Gran Santo Domingo han mantenido altas cifras de internamientos en pacientes afectados por el letal virus, luciendo siempre repletos de familiares y allegados, a espera de una “respuesta esperanzadora” del personal de salud.
Ayer, el panorama era distinto, a diferencia de los días comunes, en la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, en el Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y Trasplante (Cecanot) y en el Hospital Docente Dr. Francisco Moscoso Puello, que ahora se veían tranquilos.
Según informaciones de empleados, en la Ciudad Sanitaria solo están ingresados 15 persona afectadas. Allí hay 160 camas de coronavirus disponibles. Afuera del centro había tres personas esperando información.
En Cecanot, 13 infectados están internos en un espacio con 38 camillas hábiles, es decir, que 23 estaban disponibles. Colaboradores aseguran que desde hace días los casos han disminuido.
En el Moscoso Puello, uno de los centros hospitalarios más concurridos para tratar el virus, sus inmediaciones se encontraban despejadas y sin movimiento de ambulancias y de personal médico, donde 15 allegados aguardaban para recibir “alguna noticia”.
“En nuestro hospital, esta semana ha bajado un poco, pero también llegan algunos pacientes, esos adultos mayores con ciertas complicaciones; nuestra unidad de intensivo siempre se mantiene llena; tenemos algunas disponibilidades en nuestra sala de internamiento y en el área de emergencia”, informó una doctora, de apellido Bautista.
En el área de triage, agregó, “por el momento están ocupadas; allí sólo hay dos pacientes que se están evaluando y medicando con posibilidad de que se vayan a sus casas”, reiteró la profesional médico.
ESPERANDO A PAPÁ.-
Josué Junior Peña Rodríguez un dominico-venezolano de 35 años se encontraba sentado en la acera frente a la emergencia de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, donde se mantenía vigilante para recibir cualquier noticia de su padre, quien por el momento se encuentra estable, ya que, lleva tres semanas interno.
“Vi a mi papá hace un ratico por video llamada y está estable, le están dando un trato agradable, las doctoras y las enfermeras (…) es al menos algo favorable de que permitan ver la situación en la que está nuestro familiar y eso se agradece”, subrayó.
Contó a un equipo de reporteros de este medio, que su progenitor de 67 años presentó síntomas de mucha fiebre desde hace 28 días.
“Él se sentía con mucha fiebre y una pariente que trabaja en el área de la salud le midió la saturación de oxígeno y estaba por debajo de los 90 y no era normal a su edad, y pues ya sabíamos que había que internarlo y decidimos traerlo para acá”, exteriorizó el joven.
José Junior quien trabaja como transportista se levanta a las 5:30 de la mañana para viajar desde Boca Chica hasta el citado centro hospitalario todos los días.
Al mismo tiempo, recalcó que muchas veces “se gasta más de 500 pesos en pasajes y comida diario”.
Asimismo, enunció que lo más tarde que se ha ido del hospital ha sido las 11:30 de la noche. “Lo más tarde que yo me he ido de aquí es a las 11:30 de la noche, haciendo algunos exámenes y diligencias fuera del hospital para que mi padre mejore y poder entregar las analíticas a tiempo”, agregó.
Añadió, además, que han tenido que comprar un medicamento de alto costo llamado “remdesivir”, que cuesta alrededor de RD$18,000 por cada inyección.
“Ahorita están pidiendo un medicamento que es muy costoso que se llama remdesivir, hay algunas instituciones que la están dando y otras no, porque cada ampolla cuesta 18,000 pesos. Hemos tenido un gasto grande, suerte que toda la familia se ha reunido y hemos podido palear los gastos. En total hemos gastado RD$52,000 fuera de los análisis, medicamentos que no tiene en hospital, entre otros”, declaró.
Aprovechó para enviar un mensaje a la población dominicana de que se preocupen más por sus familiares y la salud, “ya que, si uno no se cuida, nadie lo va a cuidar”.
Por Gabriel Coplín gabriel.luis@listindiario.com