Por Raúl Germán B.
@RaulGermanB
Santo Domingo, RD.- La parte que la gente ha visto más sobre los trabajos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en varios tramos de la Zona de Expansión de Manoguayabo no explica ni profundiza en este problema que tiene años en espera de solución.
La realidad que observamos hoy de hoyos, lodo, polvo, personas que se caen hacia los arroyos que alimentan el río Haina o de Manoguayabo, vehículos que se “ahogan” y otros que se enchivan es el resultado de años de irresponsabilidad de las autoridades y de la complicidad de la misma población que permitió esto.
Hoy, la misma naturaleza se está cobrando todo al mismo tiempo y, sin uno imaginarse, “levanta su voz”, de tal forma, que todos hemos tenido que mirar hacia Manoguayabo y su Zona de Expansión.
Estos lugares eran invisibles, ya que por aquí no hay mucho que exhibir, en cuanto al desarrollo que puede mostrar Herrera o cualquier otra provincia o el Distrito Nacional.
En estos momentos, el Gobierno invierte más de 400 millones de pesos en la recuperación de la avenida principal que va desde Operaciones Especiales hasta la bomba Nativa (y que luego será desde la 27 de Febrero hasta la Zona de Expansión), y que abarcará la avenida La Cordillera, desde Operaciones Especiales hasta el kilómetro 14 de la autopista Duarte.
Estos trabajos no son solamente de remover tierra y echar otra nueva, y tirar el asfalto; no, va más allá: Hay que insertar tubos para el desagüe, justamente, para que no se deterioren estos trabajos antes de tiempo.
A esto sume que casi todos los puentes que de allí son muy estrechos, y están en mal estado; esto incluye los que permiten el acceso hacia Quita Sueño y La Pared.
Este panorama no se resuelve solo con la voluntad de una sola persona o con la idea de los ingenieros contratistas que nadie les dijo o no se percataron que no podrán terminar esta obra, únicamente, abriendo y cerrando el paso de vez en cuando. La solución, si se desea terminar esa obra el primer trimestre de este año, es habilitar una calle que hay detrás de la bomba Nativa, y que uniría La Cordillera con la carretera de Hato Nuevo.
Esta vía de desahogo temporal, habilitando, también, la calle Jigüey Aguacate, que va desde la 27 de Febrero hasta La Cordillera, y cruza por el corazón de San Miguel, permitirá que se pueda cerrar la calle próximo a La Santa Clara de Manoguayabo hasta la bomba Nativa.
Y, en tal sentido, la Alcaldía de Santo Domingo Oeste (ASDO) debe gestionar con los propietarios de la eventual vía alterna para habilitar ese tramo lo más pronto posible; y hacer una campaña de educación e información para que las personas sepan por dónde van a transitar y por cuánto tiempo. Y, por último, que no se permita el paso por ahí hasta tanto se culminen los trabajos, que solo en la vía principal arrancaron el lunes 25 de octubre y, luego de más de dos meses, los avances no son los esperados, una parte por la lluvia, otra por la terquedad de la gente y la otra por la falta de coordinación entre los contratistas y las autoridades.
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